Era una noche serena y tranquila
y por desgracia llovia
y una rana muerta
nadaba en una alberca vacía
y yo al ver tanta torpeza
me fuí a mi casa
atranqué la luz
y apague la puerta
me denudé
colgué la ropa en la cama
y me acosté en la percha
y a media noche
oigo una voz que dice:
<
sal a la verguenza,
dame un poco de sed
que vengo muerto de agua!>>
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